sábado, enero 29, 2005

De borrachuzos y fiesteros

o de cómo beberse 25 minis de calimocho y vivir para contarlo al día siguiente.

Llevo madurando este post desde el día de la proeza, pero no me he decidido a publicarlo hasta que no he visto el homenaje al ron de mi colega el granadino en su weblog... así que aquí va mi particular homenaje a esa bebida mágica que tenemos los jebis... El Calimocho (a.k.a. Kalimotxo).

Pongámonos en situación. Fecha: viernes, 14 de Enero de 2005. He quedado con unos cuantos colegas para invitarles a unos calimochos con motivo de festejar apresuradamente mi cumpleaños debido a la inminencia de los exámenes.

Hemos quedado en tribunal a las 22:00. Yo me presento por allí a las 22:05 y hago inspección de la zona. No parece que haya rastro de ellos. Me bajo al metro, que se está calentito y es más entretenido. Decido acercarme al andén, para ver con qué frecuencia llegan los trenes. Me pongo las gafas para ver mejor por si me cruzo con ellos. Según estoy bajando por las escaleras, tres pringados que subían en las mecánicas se me quedan mirando. Me paro y les miro. Uno de ellos me increpa "gafón!". Pongo cara de "are you talkin' to me?" y le digo "¿qué?". Repiten "gafón!" y se empiezan a reir. Uno me tira una bola de papel. Acabo de ver Ong Bak recientemente, así que mi primera idea es saltar hacia la escalera mecánica, coger a uno por el cuello y meterle un codazo en la cara, pero es cierto que llevo las gafas puestas y paso de arriesgarme a que un par de gilipollas me las rompan y me jodan la noche. Me doy la vuelta y sigo bajando las escaleras.

En el andén hay algunas personas esperando al metro. Observo la situación, por si a los gilipollas de antes se les ocurre bajar a buscar problemas, pero pasan unos minutos y no hay rastro de ellos. Llega el tren. Me afano en observar a la gente que baja (las gafas ayudan en este momento), pero no parece que mis colegas vengan en él. Espero al siguiente convoy. Nada. Subo.

Me asomo a la calle precavido, pero qué más da, ya ni me acuerdo de la cara de los imbéciles. Ahí están mis colegas. Me echan la bronca por llegar tarde. Nos vamos a El Lozano, un bar conocido por regalar una tortilla por cada 25 minis. Estamos 5 personas, así que pedimos los 5 primeros de la noche. Me fijo en que al lado hay unas compañeras del colegio. Mini en mano, procedo a saludarlas. Me informan de que por lo visto van a hacer una quedada los compañeros de la promoción, por ser el décimo aniversario. Bien, siento algo de curiosidad por saber qué ha sido de algunos compañeros.

Burla burlando, los minis han caido y llega el 6º miembro de la comitiva. Aprovechamos para pedir 6 hamburguesas y 5 minis más. Suena mi móvil, por lo visto unos compañeros de la universidad se quieren apuntar a la proeza. Otros 5 minis más. Llega la novia de un colega con unas amigas. Otros 5 minis más. Lo gracioso es que los minis que estoy enumerando son a parte de los que se pidió cada grupo a título individual. Festival de móviles con cámara de fotos. Se acerca la hora de cierre del bar...

JEFEEEEEEEEEEEE!!! 5 MINIS MÁS Y LA TORTILLA!!!
La tortilla está un poco... asquerosa, pero qué más da. Es un trofeo a nuestra gesta. La satisfacción que nos da la sensación de un trabajo bien hecho compensa con creces las arcadas producidas al engullir esa tortilla de patatas ya fría.

Salimos del bar con los últimos minis en mano. Discusión chorra para ver a dónde vamos. Decidimos ir a un sitio que no recuerdo cómo se llama, pero en el que ponen musicote. Damos unas cuantas vueltas y cuando entramos están poniendo Getting Away With Murder, temazo de Papa Roach. Las amigas de la novia de nuestro colega se han acoplado de buena manera a nosotros (encantados de que haya chicas de marcha con nosotros) y se muestran algo reacias a permanecer en ese ambiente. Antes de que termine la siguiente canción ya está casi todo el mundo fuera del bar. Vaya éxito.

Para complacer a las niñas tenemos que ir a un sitio de pachanga alternativa que cierran a las 7 de la mañana (ya eran cerca de las 4). Nos indican mal y para cuando llegamos ya estamos más que repuestos de los minis de calimocho. Así que toca insuflarse unos cubatazos. La mayoría bebemos Brugal con Limón... coño, al final le acabo dando la razón al granadino.

Mientras tanto, Nacho le está comiendo la oreja a una de las chicas que se han quedado con nosotros (en el sentido metafórico, que no se preocupe su novia). Por lo visto le está hablando de las múltiples cualidades de un servidor, como si se tratase de un anuncio de cola-cao, para terminar diciéndole a la chica que me bese. Joder, Nacho, si de veras quieres echar un cable a un colega, deja que sea él el que hable con la chica. Si lo que querías era hacerte el guay, no tomes a los demás como tema de conversación, que lo que al final parece es que somos una panda de gilipollas que no sabemos hablar con una mujer.

Reprimendas aparte, los cubatas cayeron y al final empezó a sonar algo de buena música (REM, Red Hot Chili Peppers y no recuerdo qué más). Cerramos el garito y para casita, de buen humor y sin el menor indicio de cocimiento. Todo gracias a empezar bien la noche con 25 minis de calimocho y una tortilla.

domingo, enero 23, 2005

¿Tiempo de Jabber?

No sé si se trata de un ataque de denegación de servicio, o que los servidores de microsoft no dan a basto para atender a toda la gente que se conecta a msn messenger... pero el caso es que aquí hoy no se conecta ni el tato.

Estas cositas (y mi obsesión paranoica de que pretenderán cobrar por el servicio) hacen que uno se plantee darle boleto al omnipresente Messenger...

Pensaba rescatar un texto que escribí hace algún tiempo poniendo a parir al messenger y alabando las ventajas de Jabber, pero creo que todo se resume en que Jabber es un protocolo abierto y uno no está expuesto a la voluntad de una multinacional. Puedes montar tu propio servidor, puedes conectarte con el programa que te dé la gana (sin publicidad, sin que te espíen...), etc.

http://www.jabber.org

domingo, enero 16, 2005

Editores de texto

Hacemos un descanso en la sección intimista para retomar el tema friki.
Como ya dije hace un par de posts, voy a hacer una pequeña comparativa de algunos de los editores de texto más populares (es decir, los que mejor conozco o de los que más he oido hablar).
De cada editor haré un comentario personal sobre la impresión general que he tenido usándolo (o viendo a otros usarlo) de la que os podéis fiar o no, y luego pondré algunas características más objetivas como:
Licencia: son las condiciones de uso bajo las cuales se te permite utilizar el programa.
Plataforma: los sistemas operativos en los que funciona.
Tamaño: tamaño del fichero (instalador ó comprido) que se descarga desde internet (aproximado).
Plugins: indica si el programa es ampliable mediante extensiones.
Macros: indica si se pueden escribir pequeños programas que automaticen tareas del editor.
Edición de Código Fuente: indica si el editor está orientado para programar en algún lenguaje, y si hace reconocimiento léxico, sintáctico o semántico del código.
Internet: si tiene pijaditas como cliente FTP, lector de correo electrónico...

Notepad
Echadle un vistazo al artículo made with notepad para haceros una idea de lo que opino sobre este "editor".

EditPlus
Siempre me ha hecho gracia el EditPlus. Mejor dicho, me ha hecho gracia ver a gente usarlo. Recuerdo a un profesor recomendándonoslo para programar la práctica de Informática Teórica I entusiasmado.
Diría que es un Notepad mejorado, con colorines y algunas cosillas. Como principal ventaja diría que es bastante ligero.
Licencia: Shareware.
Plataforma: Windows.
Tamaño: ~1MB.
Plugins: No.
Macros: expansión de texto simple.
Edición de Código Fuente: reconocimiento léxico para muchos lenguajes.
Internet: Cliente FTP, abre URLs en el texto.

Crimson Editor
Es muy parecido al EditPlus, pero es gratis.
Licencia: Freeware.
Tamaño: ~1MB.

SciTE
Es un editor con una apariencia minimalista. Bastante equiparable en funcionalidad a los dos anteriores, pero éste es Open Source y multiplataforma.
Licencia: GPL.
Plataforma: X & Windows.
Tamaño: ~620KB.
Plugins: No.
Macros: extensible con el lenguaje de programación LUA.
Edición de Código Fuente: reconocimiento léxico para muchos lenguajes, autocompleta basándose en las palabras escritas anteriormente.
Internet: No.

JEdit
Un peso pesado. Este editor está muy orientado a programación, pero sirve para realizar cualquier tarea. Está hecho en Java, lo cual tiene como ventaja que funcionará en cualquier plataforma "java-enabled" y como desventaja que sufriremos el sobrecosto de la JVM (aunque he de añadir que la máquina virtual de java 1.5 es realmente impresionante en cuando al rendimiento).
Licencia: GPL.
Plataforma: Java.
Tamaño: ~2MB (todos los plugins ocupan mucho más).
Plugins: Muchos.
Macros: extensible con Jython y lenguaje propio.
Edición de Código Fuente: reconocimiento léxico para muchos lenguajes, y semántico para algunos usando el plugin CTAGS.
Internet: navegador, lector de noticias, cliente ftp, telnet...

Jext
Parecido al anterior, aunque algo más sencillo y con menos plugins. Cuestión de probarlos los dos y coger el que más te guste.

EMACS
Es el editor por excelencia GNU (de hecho es el primer programa del proyecto). Es bastante popular entre los expertos en Inteligencia Artificial, ya que está muy ligado a LISP. Es realmente completo (tiene incluso un módulo para leer texto) y tiene algunas capacidades de las que carecen otros editores a la hora de dar formato al texto (justificar, alinear a los lados, centrar... incluso puede editar texto enriquecido). Sus detractores se suelen quejar de la complejidad de algunas combinaciones de teclas existentes para manejarlo.
Licencia: GPL.
Plataforma: Unix (consola), X Windows, Windows.
Tamaño: ~18MB.
Plugins: Bastantes.
Macros: extensible con e-lisp.
Edición de Código Fuente: reconocimiento léxico para muchos lenguajes, y semántico para algunos usando el plugin CTAGS.
Internet: navegador, lector de noticias, lector de correo electrónico...

VIM
El editor estándar en entornos Unix. Aunque es muy poco amigable para un usuario inexperto, una vez que se aprende a manejar llega a ser bastante cómodo. La versión gráfica es bastante conveniente para los principiantes, ya que la mayoría de las opciones están disponibles mediante los menús e indican cuál es el comando correspondiente para la versión sólo texto.
Licencia: charityware.
Plataforma: Unix (consola), X Windows, Windows.
Tamaño: ~4MB.
Plugins: Bastantes.
Macros: ni idea de cómo, pero seguro que sí...
Edición de Código Fuente: reconocimiento léxico y sintáctico para muchísimos lenguajes.
Internet: no he visto nada relacionado.


Y esto es casi todo lo que se me ha ocurrido sobre editores de texto. No me he querido meter con aplicaciones que no fuesen de propósito general (como Eclipse, NetBeans, etc.) aunque también sirvan para editar texto.

Quejas, dudas y sugerencias a los comentarios, por favor.

jueves, enero 13, 2005

Esperando el autobús

Estás en la parada del autobús. Llevas un buen rato esperando. Miras a tu alrededor, impaciente. Podrías ir andando hasta tu destino, pero tienes prisa y el autobús es más rápido. Sigues esperando. Miras el reloj. Si en lugar de haberte puesto a esperar hubieses ido andando, ya habrías llegado. No vas a ir andando, seguro que el autobús está al llegar. Sigues esperando. Ya te habría dado tiempo a ir y a volver andando. Pero has estado tanto tiempo esperando, que sería un desperdicio irte ahora. Sigues esperando. No parece que haya nadie más en la parada. A lo mejor el autobús no pasa. Echas a andar. Cuando estás demasiado lejos como para volver a la parada, el autobús te adelanta.

Eso no sólo pasa en lo que se refiere a los transportes públicos. A veces es mejor tirar todo y empezar desde cero que seguir invirtiendo en algo por la simple razón de no desperdiciar lo que ya se ha invertido.

miércoles, enero 12, 2005

Otra más de nacionalistas

Ahora mismo acabo de ver el programa de Julia Otero en la primera (creo que tiene nombre de fruta) y ha sucedido algo que yo creía imposible:
Esperanza Aguirre parecía una persona inteligente. Pero el mérito no es suyo, ha sido todo todito de Pascual Maragal.
Pensaba escribir unas líneas sobre lo patético que ha resultado oirle, intentando ser gracioso y no llegando ni a hacer el payaso, pero creo que voy a hacer algo más interesante... sacarme los mocos y hacer pelotillas, por ejemplo.