lunes, diciembre 29, 2008

Juegos para beber

Estaba hablando con un colega sobre las fiestas de nochevieja y he pensado en hace cuánto tiempo no me pillo una buena curda... fácilmente 3 o 4 años.

El problema es la falta de motivación. Hay gente que bebe para sentirse mayor, otros beben para olvidar sus problemas, algunos lo hacen para socializar... como yo esas cosas ya las tengo superadas, lo único que me puede hacer pillarme una buena cogorza es beber por el espíritu deportivo.

Así que si estáis en la misma situación que yo, para que seáis los putos amos en esta nochevieja, voy a explicar algunos de los mejores juegos a los que he jugado, algunos que se me han ocurrido y de paso voy a traducir algunos de los más interesantes que he encontrado por la red.

La Pirámide

Juego mítico donde los haya, se pueden alcanzar unos niveles de intoxicación etílica monstruosos.

La preparación del juego es sencilla, sólo hace falta un mazo de cartas y alcohol de alta graduación. Lo bueno del juego es que existen multitud de configuraciones y variantes, dependiendo del número de jugadores y de lo que se quiera beber. Es responsabilidad de los participantes encontrar la combinación que mejor les satisfaga, pero la mecánica siempre es la misma.

Se disponen boca abajo un cierto número de cartas, en forma de pirámide. No tiene por qué ser un triángulo perfecto, con que cada fila inferior tenga más cartas que la superior es suficiente (lo más convencional es una configuración 1-2-3-4-5). El resto de cartas se reparten de forma equitativa entre los participantes. Hay que encontrar un equilibrio entre el número de cartas que se reparten entre la gente y las que se quedan en la mesa, si hay muchos jugadores se pueden añadir más mazos. Lo más normal es que cada uno tenga entre 3 y 5 cartas en la mano.

A continuación hay que decidir el valor, en número de tragos o vasos, de cada fila de cartas. Lo normal es que las filas con más cartas tengan un valor menor que las de menos cartas, pero cada uno es libre de experimentar. En un caso típico con filas con 1, 2, 3, 4 y 5 cartas cada una, lo normal es darles un valor de 5, 4, 3, 2 y 1 unidades de líquido a las filas, pero se puede seguir una escala exponencial (muy peligrosa), como 16, 8, 4, 2 y 1, pero eso es aconsejable sólo si hay pocas filas... en cualquier caso, esos valores se pueden establecer a voluntad, según las ganas de beber.

Una vez que están definidas las reglas y repartidas las cartas, se procede a jugar. Se van levantando las cartas una a una empezando por la fila más poblada, hasta que se levantan todas las cartas de la fila y se pasa al siguiente nivel de la pirámide... así hasta que se llega a la cima.

Cada vez que se levanta una carta, los jugadores que tengan en su mano una carta con el mismo valor pueden ordenar a quien quieran beber tantos tragos como estén asignados a esa fila de cartas. Si se posee más de una carta, se pueden distribuir las órdenes de beber entre varios jugadores o asignárselas al mismo jugador.

Es posible lanzar faroles, es decir, ordenar a alguien beber sin poseer una carta válida en la mano. Si el ordenado no se cree el farol, puede anunciarlo y exigir que se le muestre la carta. Si el jugador que ordenó beber no tiene la carta es él el que debe beber el doble de unidades asignadas; en el caso de que efectivamente la tuviese, es el jugador al que se le encomendó beber y quiso destapar el farol el que tiene que beber el doble de la cantidad original.

Variante estúpida para cuando hay pocas personas y una de ellas no quiere beber: se reparten muchas más cartas en la mano que sobre la mesa y la persona que no bebe actúa de juez. Cada vez que se levanta una carta, cualquiera puede ordenar beber a quien crea que tiene esa carta en la mano. Para no revelar todas las cartas, es el juez quien verifica si esa persona tiene o no que beber. Si no tiene una carta del mismo valor, el que bebe (no el doble, sólo lo normal) es el que ordenó beber en primera instancia.

¡Hidalgo!

Esto realmente no es un juego de beber, sino simplemente una forma divertida de romper el hielo mientras la gente bebe normalmente en una fiesta. Cualquier persona que tenga su vaso de cubata lleno y que se cruce con otra persona con el vaso también lleno puede retarle gritando "¡Hidalgo!", tras lo cuál el otro responde "¡Maricón el que se deje algo!" y ambos se beben sus vasos del tirón.

Sniper shot

Éste se me acaba de ocurrir ahora mismo, así que todavía queda validarlo... cualquiera que se anime para hacer el beta-testing, que me deje un comentario.

Se juega con n vasos de chupito (idealmente uno por cada participante, pero se pueden hacer distintas rondas entre los participantes si no hay suficientes vasos) y n*m monedas (n >=2).

Cada jugador tiene su vaso de chupito (vacío) a la misma distancia prefijada; a una señal todos comienzan a lanzar sus m monedas tratando de introducirlas dentro de su vaso. Cuando el primero haya gastado todas sus monedas, todos dejan de lanzar. En ese momento, todo el mundo bebe tantos chupitos como la diferencia entre las monedas que el primero en finalizar ha conseguido encestar y las que hayan encestado ellos. Si esa diferencia es negativa, bebe el que terminó primero de lanzar. Si hay empate, todos beben tantos tragos como monedas falladas o restantes no lanzadas (así la gente se motiva y se penalizan los 0-0 de amarrateguis).

The Beer Hunter

Este juego me hizo bastante gracia por el juego de palabras con su temática y el título de una conocida película.

Se juega entre dos personas con six-packs de cerveza. Se escoge una de las seis latas y se agita con mala hostia (¿recordáis el episodio de Los Simpson en el que Bart le gasta una inocentada a Homer?). A continuación, se mezcla entre las demás latas (lo puede hacer un espectador mientras los jugadores están de espaldas o pueden desordenarlas una vez cada jugador mientras el otro no mira). Después, cada jugador por turnos escoge una lata y la abre apuntándose a la cara. Si la lata no era la agitada, se la bebe. El juego termina cuando a alguno le salta en la cara la cerveza.

Es muy recomendable jugarlo en exteriores.

Dragones y Cogorzas

Este es un tipo de juego que tengo en mente desde hace mucho tiempo, pero al que todavía no he podido jugar, porque si ya a la gente ya le cuesta ponerse a jugar al rol, pues ya borrachos ni te cuento...

Se trata de coger cualquier juego de rol sin los puntos de vida. Cada vez que un personaje recibe daño, el jugador tiene que beber tantos tragos como puntos de vida le hayan quitado. Si un jugador no puede seguir bebiendo, su personaje ha muerto.

Como sería difícil desemborrachar a la gente cuando se les cura, el efecto de las curaciones es eximir de tantos tragos futuros como puntos se hubiesen curado.

Dependiendo del tipo de juego, el máster puede beber por cada criatura que le maten o también por puntos de vida... eso sí, hay que jugar con deportividad y no sacar diez dragones rojos o a Chtulhu y Azatoth en cuanto se empiecen a notar los primeros síntomas de embriaguez.

Subasta alcohólica inversa

Este es otro futuro gran juego que se me acaba de ocurrir... ¡joder, estoy inspirado! :-D

Para jugar, hace falta algún medio para hacer apuestas ocultas, ya sea papel y lápiz, esconder fichas o monedas en el puño, escoger una carta del mazo y ponerla boca-abajo (a cada jugador se le asigna un palo entero), etc.

En cada ronda, los jugadores realizan su apuesta y todos la muestran al mismo tiempo. Cada jugador bebe tantas unidades como su apuesta más la suma de las demás apuestas del mismo valor. La apuesta mínima es 1.

Si juegan pocas personas, apostar bajo (por ejemplo, 1) significa que como mucho beberás tantos tragos como jugadores haya, pero si hay muchas, puede salir más rentable hacer una apuesta más alta y rezar para que no se le haya ocurrido a mucha gente el mismo número o el resultado puede ser desastroso.

Lo bueno de este juego es que siempre se bebe.

Sopla birras

Este juego es simple pero parece muy divertido. Consiste en colocar una baraja de cartas sobre el cuello de una litrona y cada jugador va soplando por turnos hasta tirar algunas cartas; el que tira la última carta bebe.

Una variante es que el que tira un as (y queda a la vista) tiene que beber.

Oca-limocho

Este es un juego tremendo, pero hace falta un poco más de preparación, ya que necesitamos un tablero especial. En la red podéis encontrar montones para descargaros e imprimirlos... si le tenéis especial cariño a uno, deberíais plastificarlo, ya que lo más probable es que acabe pringado de calimocho tras una partida (eso, o imprimir más).

Algunos tableros:
Pero sin duda lo más divertido es hacerte tus propios tableros, con casillas específicas pensadas para el grupo de colegas con el que sueles jugar... recuerdo que nosotros teníamos uno en el que había montones de casillas que decían que tenías que enrollarte con la maciza del grupo, pero creo que al final se aplicaba una regla especial que decía que en lugar de eso te llevabas una hostia.


Pues nada chavales, quiero que esta nochevieja seáis el alma de la fiesta gracias a estos juegos y cualquier otro que se os ocurra. ¡¡¡Y que no decaiga!!!

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