sábado, abril 26, 2008

Una aventurilla del cagarse

Anoche tuvimos una movida del cagarse, nunca mejor dicho... estábamos en un bar tomando una cerveza y a uno de los colegas (cuya identidad mantendré en el anonimato para que los chistes malos se queden únicamente entre nosotros) le dio un chungo en el estómago y se tuvo que meter en el baño cagando leches. Yo siempre digo que en el cagadero hay que darlo todo y este se lo tomó al pie de la letra. Por lo visto le entró una diarrea periosmótica o algo así, y se quedó seco en la taza del water, sin poder moverse y casi ni hablar...

Llamamos al 112 y les decimos que vengan al bar, que nos ha caido un marrón encima.

Mientras tanto, nos vamos turnando (tampoco digo entre quienes para que no se deduzca quién ha sido por eliminación) para vigilar que no se nos desmaye el chaval en el baño; ya que el olorcillo que suelta es jodidamente nauseabundo... yo pensaba que ya se nos había muerto, porque ahí había un olor a cadaver podrido de la hostia.

Los del bar se piensan que lleva un ciego de la hostia y casi me encaro con ellos cuando me lo insinúan, pero con la sensación de impotencia que da tener a un colega ahí tirado en el retrete no hay muchas ganas de discutir.

Al cabo de un buen rato, vemos llegar la amulancia... aviso a mi colega, que ya puede mover un poco los brazos para que se limpie un poco el ojete y pueda preservar parte de la dignidad que le queda.

Entran los servicios médicos y le sacan del baño medio a rastras mientras le toman el pulso, que le ha bajado a 45 ppm... nos preguntan a qué hospital está adscrito para llevárselo, les decimos que es el clínico; que por suerte pilla cerca de donde estamos.

Los demás cogemos el coche y nos dirigimos a urgencias. Por el camino me salto un semáforo en rojo sin darme cuenta por los nervios... menos mal que justo acababa de cambiar y todavía no se habían puesto en marcha los demás coches, que si no habríamos tenido noche de urgencias por partida doble.

Conseguimos aparcar entre los chavales que están haciendo botellón cerca de la entrada de urgencias... son chicos sensatos, si les da un coma etílico no les va a hacer falta ni llamar por teléfono al hospital, con pegar un buen grito les valdría.

Cuando entramos en el hospital nos encontramos con que acaban de llegar los de la ambulancia también, nuestro colega todavía está en admisión sentado en una silla de ruedas... hablamos un rato con él, que ya se encuentra algo mejor mientras esperamos a que lo metan en clasificación.

Al cabo de unos pocos minutos, se lo llevan para dentro y a nosotros sólo nos queda esperar.

Pasar las horas en la sala de urgencias a priori puede parecer un coñazo, pero una vez que te centras en tus opciones (jugar con el móvil, dar paseos y examinar a la gente que pasa), la verdad es que puede llegar a ser entretenido que te cagas.

Por allí vimos desfilar a unos cuantos que se habían pegado y luego soltaban la típica excusa de que se habían caido... coño, podrían ser más originales y decir lo de "¡es mi gato y me lo follo cuando quiero!" y también a toda una diva del freakstar-system: Tamara Seisdedos.

¿Qué coño haría esa tía a las 2 de la mañana en urgencias vestida de gala y con el pelo cardado? ¿Vendría de alguna fiesta? ¿Es su ropa de andar por casa? ¿Le gusta dar buena imagen en las urgencias? ¿Estaría intentando ligar con algún médico? :-|

Algunos tienen ganas de acercarse a la gran diva para pedirle un autógrafo y hacernos una foto con ella, otros se lo fuman... total, que al final gana la opción de fumárselo, pero todos nos acercamos a echar un vistazo, como cual animalillo del zoológico siendo observado por los niños del colegio en excursión; sólo nos faltó tirarle cacahuetes.

La verdad es que al verla sentada ahí sola, con su maquillaje, su cardado y sus zapatos de tacón me entró bastante lástima. Tiene que ser duro llegar a establecer que hay una relación directa entre que la gente te mire y que luego se ría y cuchichee. Aunque bien pensado, no creo que el cerebro de esa gente llegue de ni para atar esos dos cabos.

Otro supermegafreak que había por ahí era un chaval que iba trajeado, que estaba hablando con todo el mundo... el tío tenía acento adanlúh y un cubata en la mano, y no paraba de darle la chapa a todos los currelas que salían a fumarse un cigarro. El de seguridad ya le estaba diciendo que se calmase y que dejase de dar el coñazo, que la gente no tenía por qué aguantarle. Pillando retazos de las conversaciones nos enteramos de que el tío estaba haciendo el MIR en otro hospital, así que entre eso y el pedo que llevaba, normal que fuese de grande en unas urgencias.

Cuando salieron Tamara y su madre, el tío este se puso a hablar con ellas, a hacerse fotos y a llamar a sus colegas diciéndoles que estaba con "Ámbar... si, tío, ¡Tamara, la del No Cambié!", total que cuando llegó el taxi que habían pedido se despidió con unos abrazos y unos besos de las dos y le deseó a la madre que se mejorase.

Impresionante.

Finalmente, al cabo de unas cuatro horas nos llamaron para que fuésemos a buscar a nuestro colega, nos contaron qué le habían hecho y nos lo dieron empaquetadito para que nos lo llevásemos a casa. Luego tuvimos unas cuantas coñas como que ahora tendría que cambiar la frase de "te meo" por "te cago", o que si era "un cagao", que en el bar donde estábamos se comía que te cagas, que si le íbamos a tener que comprar un tapón para el ojete, que se fuese a la mierda y un largo etc.

Después yo anduve un rato dando vueltas para buscar la entrada a gasolinera del carrefour para repostar a las 5 de la mañana, pero eso ya es otra historia que no creo ni que merezca ser contada en otra ocasión.

miércoles, abril 16, 2008

Las cortinas de humo y el showtime

Me estoy preguntando si la noticia de que haya más mujeres que hombres en el gobierno es realmente un síntoma de que la sociedad es más igualitaria... yo al menos lo que veo es que estas cosas no deberían ser noticia; mientras salga en primera plana, es que todavía falta mucho por hacer.

Sigo pensando que mientras los ministros (y resto de cargos) se elijan a dedo por favoritismo, amigotismo, chupapollismo, etc. da igual que sean hombres o mujeres, seguirán siendo unos enchufados, corruptos e incompetentes. La forma de hacer "méritos" en política es tan cuestionable que cuanto más intentan guardar las apariencias más asco me da. Menos dar palmas por si hay más coños o rabos en el gobierno y más fijarse en los currículos, en los tests psicotécnicos y en los antecedentes chanchulleros de las personas.

En este caso, lo bueno que se puede decir es que hay gente bastante joven, lo cuál le hace pensar a uno que no son manzanas podridas, pero también acojona imaginarse qué habrán hecho para llegar hasta lo más alto tan rápido (y la falta de experiencia es otro asunto aparte).

Lo que me molesta realmente del asunto es recordar que el Partido Pirata se quedó sin poder concurrir a las elecciones porque tenían demasiados rabos y pocos chochitos para elaborar las listas... a ver si se superan de una vez estas mierdas y deja de ser noticia que haya más hombres o mujeres en alguna parte, así como obligación que se cumplan unos cupos por cojones.

Al fin y al cabo, esto de la política es sobre todo cuestión de imagen.

jueves, abril 10, 2008

¡Estoy grandísimo!

Madre mía, el ritmo que llevo últimamente... el domingo pasado corrí 10 Km (bueno, más que correr, me arrastré, pero eso es otro asunto), el martes fui a la piscina y me hice 52 largos (1300 m), el miércoles y el jueves estuve trotando un poquito (un cuarto de hora cada día), el viernes me hice 90 largos (2250 m) y el sábado... excursión por la sierra, que es lo que paso a relatar ahora.

Mis compañeros de correrías esta vez fueron Jazon y el Figura, personajes silvestres y monteros (especialmente como la versión japonesa de mitsubishi) donde los haya. Salimos a las 9:00 hacia la A-6, sentido La Coruña, para desviarnos hacia Guadarrama y llegar finalmente al puerto de Cotos.

Ahí empezaba nuestra ruta hacia niveles superiores de hombría (y también de altura, que íbamos a superar un desnivel de 600 metros más o menos hasta llegar a coronar los 2.428 de Peñalara).

La cosa empezó como un paseit suave, aunque al entrar en el parque nacional hay unas cuantas escaleres y cuestas bastante empinadillas que ya te van anticipando lo que te encontrarás más tarde... paramos a llenar las botellas de agua en un manantial al comienzo de nuestra ruta, que comprendería unos 12 Km.

Pudimos realizar el acto cívico del día recogiendo el envase de pilas que algún desgraciado hijo de puta había dejado por ahí tirado en medio de la nieve. Sí, había nieve. La progresión fue parecida a la del estudiante erasmus en Finlandia, al principio "qué cosa más bonita, está todo nevado, como en una postal... la nieve parece algodón" y luego "es mierda, mierda blanca, que se te mete entre las botas y te hiela hasta el alma".


Vimos que la laguna estaba helada, pero ciertamente con el solecito se estaba muy agusto, como para ir en manga corta, que es lo que hicimos... el sol, otro hijo de puta traicionero, como la puta nieve, también nos daría un regalito para que nos acordásemos de la excursión durante el resto de la semana siguiente.

Por el camino hicimos algunas fotos chulas, en las que gracias a que me llevé el trípode (no el que os pensáis, que ese lo llevo siempre, el otro) pudimos salir los tres en poses muy intrépidas avanzando entre la nieve.

Poquito a poquito fuimos ganando metros de altura, aunque el sobrepeso de mi mochila (bastante más cargada que las de Figura y Jazon) me fue lastrando hasta el momento en el que tuve que levantar la mano y clamar "¡Safety car!". Además, las botas me estaban jodiendo el talón por el roce que se produce al traccionar cuesta arriba... por suerte, uno de los motivos de que mi mochila fuese cargada es que llevaba las zapatillas deportivas de repuesto; así que aproveché para cambiar neumáticos y en cuanto se fue el safety car pudimos reanudar la carrera.

La verdad es que íbamos a buen ritmo, estuvimos adelantando a gente durante casi todo el ascenso (je, casi igual que en la intercampus xD) y finalmente llegamos a la cumbre. Nos sentamos un rato para beber agua y contemplar el paisaje mientras divisábamos el próximo objetivo: el Risco de los Claveles.

El acceso al Risco de los Claveles es bastante más jodido que a la cima de Peñalara, tienes que pasar por la cuerda atravesando el Risco de los Pájaros... es un camino de piedras graníticas bastante estrecho, que además cuando está nevado dificulta encontrar asideros seguros para apoyarse y progresar con confianza. Ahí sí que tuvimos que pedir unánimemente el safety car varias veces; ya que un tropiezo o resbalón sería bastante chungo... si te caías hacia la derecha te despeñabas en vertical, si te caías hacia la izquierda se prometía un largo y rápido descenso por una rampa empinadísima y cubierta de nieve, para ser frenado dulcemente por montones de piedras afiladas. Escamoche seguro, vamos.

Al final llegamos al Risco de los Claveles y se nos planteó un interrogante... ¿cómo coño bajamos? Era o descenso vertical agarrándose a las piedras o por una pendiente nevada bastante jodida. Nos decantamos por la nieve, aprovechando que un tío más experimentado acababa de adelantarnos y fue marcando el camino con sus huellas. Según bajamos nos cruzamos con un par de tíos, que tienen intención de hacer nuestro recorrido a la inversa.

Tío 1 - ¿Se puede pasar bien por arriba?
Figura - Está bastante nevado, pero nosotros venimos de ahí.
Yo - Hombre, es cuestión de echarle huevos.
Tío 2 - ¿Tú qué tal andas de huevos? - dirigiéndose al Tío 1
Tío 1 - Voy sobrao... - mientras echa a caminar hacia arriba con aire de suficiencia.

Nos estuvimos riendo un buen rato de aquel encuentro. Cuando pasamos la parte más pronunciada, llegamos a un terraplen más suave, también cubierto de nieve. Aquí la nieve estaba más blandita y había más profundidad, así que nos hizo gracia las primeras veces que hincamos la pierna hasta la rodilla.

Terminamos llegando a una explana descubierta de nieve, donde había bastante gente comiendo; así que nosotros, fieles seguidores del dicho "donde fueres haz lo que vieres" nos preparamos para comer. Previamente nos quitamos las botas (o las zapatillas en el caso del figura) y los calcetines para que se secasen un poco antes de proseguir. Yo me quité hasta los pantalones y los estiré sobre la roca para que se secasen los bajos... mientras me tapé un poco con el abrigo, más que por pudor propio o por frío para no escandalizar a la gente y joderles la comida.

Cuando hubimos comido, nos tiramos un ratillo al sol, después nos pusimos de nuevo el calzado (y yo los pantalones) y proseguimos la marcha. La parte más jodida ya había pasado, lo que quedaba era bastante llano... lo único que teníamos que sortear eran los torrentes del deshielo. La verdad es que el asunto es bastante más peligroso de lo que parece, porque por debajo de la capa de hielo hay riachuelos de agua helada, y si pisas mal y el hielo que hay bajo tus pies cede te puedes encontrar con una sorpresa muy desagradable; que si hay profundidad y vas solo incluso podría terminar mal.

En esas condiciones, la marcha se hace un poco más coñazo, porque tienes dos opciones: o bien te vas fijando en pisadas anteriores y las intentas seguir, o te lanzas a correr y que sea lo que FSM quiera. En cualquier caso, cuesta avanzar porque tienes que recuperar en casa paso la altura que te hundes en el anterior. Yo opté por la primera, y no me mojé demasiado... el Figura, que ya había asumido que no se podía mojar más, optó por la segunda. Jazon creo que tomó una alternativa intermedia, que le permitía ir por delante de los dos y sin quejarse demasiado de los hundimientos repentinos ("¡saaaaafeeeeeeetyyyyyyyy!").

En algún momento de descanso, el Figura nos llamó la atención sobre lo limpitas que se habían quedado sus zapatillas con la nieve... pero uno nunca puede cantar victoria hasta que no está en casa, porque después de haber pasado la nieve, llegó el barro, lo cuál es un alivio porque sabes que no te vas a hundir (al menos demasiado), pero tiene el inconveniente extra de que también resbala lo suyo y que si te caes de culo no amortigua tanto; como bien pudo comprobar el Figura.

Finalmente llegamos al último tramo, seco, sin nieve y sin muchas complicaciones, donde nos cruzamos con algunos domingueros que llevaban puestas las típicas zapatillas tipo happy look (qué pringaos, no sabían lo que había ahí delante) y con algún frescor que otro. Ese momento de relativa tranquilidad nos hizo reparar en los pequeños detallitos a los que cuando tu vida peligra porque te vas a escoñar no les das importancia, como es que teníamos la cara como el palo de un churrero.

Ayer hablé con el figura y me dice que la gente le mira por la calle y en el metro; no me extraña, yo desde el lunes me parezco a Robert Englund en dos de sus mejores interpretaciones: Freddy Krueger y Willy, el de la serie V (sí, de esos que se arrancaban la piel y debajo eran lagartos...)

Pues eso, que si pensáis en ir a la montaña, os aconsejo encarecidamente que os llevéis al menos una gorra.

Actualización 12/07/2008
Aquí os dejo un álbum con algunas de las fotos más interesantes de la excursión.