Algunos dicen que los blogs son una forma de periodismo y tal... yo creo que es una gilipollez inmensa, pero por una vez voy a contar una noticia (aunque sea en forma novelada, como Los Episodios Nacionales).
La historia se lleva fraguando desde hace algún tiempo. Unos colegas y yo (busca "tres frikis" en la búsqueda de imágenes de yahoo) consideramos que no tenemos suficiente con el trabajo, la carrera, el doctorado, el
PFC... y que deberíamos hacer algo más. Algo que nos terminase de llenar por completo... y el rabo de un negro no estaba entre nuestras ideas.
Tras unas cuantas docenas de e-mails repletos de bajezas, como recordar los libros inútiles que habíamos comprado para la facultad (¡Henessy-Patterson!), llegamos a la conclusión de que si queríamos ser recordados por algo más que por eructar todas las vocales (he oido que hay gente que es capaz de eructar el abecedario entero), tendríamos que dar lo mejor de nosotros mismos. Haríamos un Proyecto (sentid la fuerza de la mayúscula mientras pronuncio la palabra
Proyecto).
Se estableció una consigna: 4 ingenieros, 8 cojones, 9 días x 24h metidos en un zulo programando, con descansos de 2 horas al día para hacer nuestras necesidades, comer algo y hablar de informática.
Ahora sólo faltaba decidir en qué iba a consistir el proyecto, y lo que es más importante, cómo íbamos a llamarlo. Buscar un nombre para un proyecto de estas características es una tarea harto complicada, puesto que la mayoría de los nombres chulos ya están cogidos... "Alan Parsons Project" (flexionad un par de veces los dedos índice y corazón de ambas manos mientras lo pronunciáis), Mayheim, Apolo, Manhattan, SETI, Hombre... todos los nombres con gancho ya habían sido usados antes. Decidimos dejar el nombre para más adelante (usando el
placeholder "Proyecto Friki" ó simplemente "La Frikada" para referirnos a él mientras tanto) y centrarnos en qué es lo que queríamos hacer.
Yo tenía unas cuantas ideas en la recámara, algunas de ellas bastante innovadoras y con las que pienso hacerme rico algún día, así que sólo comentaré por encima los más fuertes competidores.
Tras habernos chupado 3 asignaturas de Ingeniería del Software, teníamos claro que había algo que no funcionaba. No es posible que mientras por un lado el hombre coloniza el espacio, la documentación técnica se siga escribiendo con el Word (o con el PowerPoint, que es peor). Entre tanta campana y silbato (es que no se me ocurre otra forma de traducir
bells and whistles) para box-makers e inútiles variados, los ingenieros de verdad se encuentran algo incómodos dándole colorines y cambiando el estilo de los bordes a una tonelada de tablas que no cuadran, sólo para que quede bonito un documento de Word cuya única misión en la vida es agradar a la vista del cliente, para luego acabar en el cubo de la basura.
Se podrían mejorar las cosas, tan sencillo como tener en una base de datos la información de los miembros del proyecto, los requisitos, quién hace cada cosa y cuándo la hace, referencias cruzadas entre el modelo y el código... y luego un bonito generador de informes, actualizados, completos y coherentes, para que se los lea el que quiera léerselos. Sabíamos que hay cosas así, pero suelen costar una millonada, así que aquí podríamos dar la campanada si hiciésemos un buen producto libre... y aunque nadie lo usara jamás, por lo menos aumentaría nuestra productividad en futuros trabajos.
El otro gran candidato es cumplir el sueño infantil que todos hemos tenido de pequeños, e incluso hemos empezado alguna vez, pero siempre hemos acabado desinflándonos. Hacer un videojuego. Supongo que todas las personas curiosas, en el momento en el que ven el primer videojuego sienten el gran deseo de poder hacer uno. A mí me pasó con el Operation Cobra, que pude ver en la game-boy de mi primo cuando ésta era una primicia de importación.
Desde que tuve mi primer ordenador, intenté hacerlo (sin ningún éxito), unas cuantas veces. Lo primero que conseguí hacer fue una adaptación cutrona, en BASIC, de un juego de esos de "Elige tu propia aventura"; algo realmente sencillo, ya que el GOTO se presta muy bien para el flujo de un libro interactivo. Más tarde conseguría de contrabando un disco pirata llamado "Super-Compiler", en el que había unos cuantos compiladores, aunque a mí el que más me gustaba era el de Delphi. Lo más logrado que conseguí hacer es animar en un canvas una secuencia de bitmaps de un cofre abriéndose, que antes había renderizado con el 3dStudio4, mientras sonaba una musiquilla MIDI que había hecho mi amigo Juanjo. Después me olvidé del tema de los juegos y usé aquel compilador para hacer cosas más productivas, un programilla bastante cutre que pintaba gráficas, otro que imprimía una lista con las fuentes instaladas, resolver una integral volumétrica complicadilla con sumas de Riemann... cosas bastante sencillas, pero que aún recuerdo con cierto orgullo, ya que en aquellos días, no era nada fácil ser autodidacta sin Internet.
Volvamos al presente. Al final pudieron más los sentimientos que el sentido común y optamos por hacer un videojuego. Como somos gente sensata y hemos aprendido de nuestros errores, no vamos a meternos en el zulo hasta que no tengamos algo sólido sobre lo que trabajar. Así que antes de empezar las jornadas infernales en el zulo, toca hacer
brainstorming. O a ver qué se nos ocurre mientras hacemos el moñas.
El
brainstorming es algo que se debería hacer más a menudo, por lo divertido que resulta. Es como tener diarrea, pero en lugar de cagarte por el culo, lo haces por la boca. Para que salga bien, hace falta gente dispuesta a aportar ideas, una pizarra de plástico con rotulador, papel sucio, lapiceros, refrescos, panchitos, miniaturas de juegos de mesa... realmente es como una fiesta para nerds.
Después de una sesión, lo que queda es un montón de papelotes con garabatos y
DPGs variados, que en esa forma resultan inservibles, ya que hay ideas repetidas, frases incoherentes y demás subproductos fruto de los delirios de unos locos que se dejan llevar por el entusiasmo. A alguien le tocaría luego hacer de secretario y pasar todo a limpio. Desde luego que me tocó a mí... cuando me toca hacer cosas que no molan, aprovecho para probar herramientas que sí que molan, así mato dos pájaros de un tiro y se me hace más llevadero. Las memorias de varias prácticas las he llegado a hacer con
TexMacs, el PFC lo estoy haciendo en DocBook y los esquemas resumen de las sesiones los estoy haciendo con
freemind, que también mola, aunque no descarto pasarme al
kdissert cuando haya que hacer cosas más serias.
La última sesión no estuvo nada mal. Como en toda buena sesión que se preste, no faltó el aspecto lúdico. Pensamos en al cine a ver Munich, así que fuimos con bastante antelación al centro comercial para comprar las entradas y de paso cenar algo.
Cuando llegamos al centro comercial vimos que el aparcamiento estaba a rebosar. Estaba lleno incluso el espacio de tierra sin asfaltar que bordea el centro comercial. Con toda parsimonia seguimos la hilera de coches, y vemos que un vehículo se aparta para dejar salir a otro de la zona de tierra al tiempo que pone el intermitente para señalizar su intención de ocupar la plaza libre. Pero ahí estábamos nosotros, al más puro estilo Indiana Jones, metiéndonos por el hueco libre... nada más intuir nuestra maniobra, el conductor del otro coche comenzó a tocar el claxon con una mala leche increible, pero se quedó con un buen palmo de narices cuando vio que no queríamos ese hueco, sino pasar detrás de la fila de coches aparcados, puesto que no teníamos prisa en irnos, ya que cuando terminase la película seguramente ya se habrían marchado casi todos los coches que nos impedían temporalmente el paso.
Compramos las entradas y se presentaba delante de nostros otra difícil decisión... ¿qué cenar? la opción más obvia era ir al Burger King, pero recordando que una hamburguesa tiene suficientes calorías como para andar 7 horas y a mí no me apetecía estarme más de un día entero caminando, pasamos directamente al
Carreful a comprar algo más sano y comérnoslo en el coche. Al final resultó que de sano nada, ya que nos liamos a comprar galletas con pepitas de chocolate, roscos, cacahuetes salados con miel... lo único que parecía algo más saludable eran unas vomitivas galletas de manzana, que hubo que tirar. Está claro que para que algo esté bueno tiene que engordar. Para beber, 3 botellas de litro y medio de
Sany Diarreas.
Nos metimos en el coche a zamparnos las viandas, aunque la pinta que teníamos tres tíos en el asiento de atrás de un coche en un parking oscuro era la de tres sarasas que se iban a petar el cacas sin compasión uno tras otro.
Entramos en el cine y nos acordamos de la madre de la taquillera, que nos prometió asientos centrados... claro, eso sólo pasa en España, aquí cualquier cosa está en el Centro, incluso el Partido Popular.
La película... pues un poco mierda. Spielberg ya no es el que era. De hecho, siempre ha ido intercalando mierdas entre películas decentes, pero Tiburón, Indiana Jones, La Lista de Schindler y Salvar al Soldado Ryan son aval suficiente como para confiar en que algún día volverá a pegarnos al asiento y hacernos vibrar de emoción. Un pequeño spoiler: la película intenta ser políticamente correcta, con el típico mensaje de "esto está mal, por parte de ambos bandos"... pero qué casualidad, que los únicos que se dan cuenta de eso son los judíos.
Es difícil formarse una opinión objetiva sobre el asunto, ya que la información que nos llega siempre está sesgada. Pero la conclusión a la que he llegado yo es que la culpa la tienen, una vez más, las religiones. Por una parte, los judíos (en general, claro, que siempre hay excepciones) siempre se han considerado ellos mismos ante todo judíos, no españoles, ni franceses ni alemanes... sino judíos. En mi opinión, esa es una de las fundamentales razones del antisemitismo, ese afán de diferenciación hace que el resto de la gente te mire mal (los aires de superioridad y la usura también ayudan). Así que la ONU, para que estén contentos, les da unos territorios muy chulos en mesopotamia, que mira por donde, ya están habitados. Desde luego, eso no sienta bien a los de allí, que la mayoría son Islámicos (que ya hemos visto cómo se ponen por unas putas caricaturas de mierda) y ven que ahí no les han metido a refugiados de la segunda guerra mundial, no, les han metido nada más y nada menos que judios... ¡¡¡JUDÍOS!!!. Así que ya la tenemos liada. A partir de ahí, desde el primer día de la fundación del estado de Israel, hostias van y hostias vienen con todos los paises vecinos. Así hasta hoy... y casi seguro que hasta mañana también.
Volvimos al centro de operaciones y nos pusimos a jugar un con los muñequitos y a tomar notas hasta que quedamos hartos. Intentamos ver El Cartero y Pablo Neruda, pero era demasiado intimista para las 4 de la mañana y los colegas se me estaban quedando dormidos. Así que fleetsaving y a la cama. Lo de la cama es un decir, porque nos tiramos en el salón con las mantas en plan campamento.
Total, que la noticia es que estamos metidos en un embolado de 3 pares de cojones... montaremos un blog aparte para las noticias relacionadas con el proyecto que nos vayan surgiendo, aunque para eso primero tenemos que buscarle un nombre...