El 4 de Mayo es el día de Star Wars, pero en Madrid también hubo elecciones al gobierno de la Comunidad.
Alguna vez que otra (aquí y aquí, seguramente alguna más que se me haya escapado) ya he hablado sobre que la democracia tal y como la experimentamos en la mayoría de los países tiene poco de democrática; y también he expresado mi tremendo malestar con todos los políticos.
Eso me llevó a practicar el abstencionismo activo durante los últimos 15 años (así a ojo), como forma de expresar mi disconformidad con el sistema, pero estas últimas elecciones eran bastante significativas por la jarana que se estaba montando, así que decidí hacer una excepción. Pero ¿cómo votar sin luego sentirme sucio?
Si algo tenía claro es que el extremismo ya la polarización del panorama político últimamente están haciendo más daño que el bipartidismo de toda la vida, así que ideé el siguiente esquema: escogí las papeletas de PSOE, PP, Ciudadanos y Más Madrid, como representantes de la izquierda/derecha más o menos moderada y las metí en sobres. Mi hermano me insistió en que por lo que más quisiera no le diese mi voto a Ayuso, que prefería que votase a VOX antes que al PP; así que permuté esas papeletas muy a mi pesar por no darle un disgusto. Añadí un papelote que ponía en letras rojas bien grandes "NO HAY DEMOCRACIA" a otro sobre (no me gusta malgastar un buen chorizo en estas cosas) y me dirigí al colegio electoral.
Después de esperar una bonita cola en La Fiesta de la Democracia (que cayó en martes), me encontraba delante de la urna. Barajé los sobres, escogí uno al azar y lo metí en la urna. Acto seguido tiré los demás a la papelera y me fui de allí sin volver la vista atrás.
Así que voté, pero sólo sé con un 20% de certidumbre a quién (o si fue nulo). Creo que por el momento sigo con la conciencia tranquila. En las próximas elecciones quizá pruebe con alternativas más exóticas, se admiten sugerencias.
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