Con mi grupo de amigos del instituto (básicamente tengo tres grupos, uno para cada etapa de la vida estudiantil... los del colegio, los del instituto y los de la universidad) es difícil ponerse de acuerdo para hacer algo, por los siguientes motivos:
- El 50% están encoñados con la novia
- Un fuerte sector se pirra por las grandes discotecas
- Otro fuerte sector odiamos las discotecas...
- El resto fuman. Si abren la boca es para vetar algún plan
Vamos a ver cómo es una de esas noches:
Sábado. Sobre las doce de la noche, uno de mis colegas que tiene un pepino de Seat Ibiza con tropecientos mil caballos me dice que si me hace que se acerquen a mi casa (recordemos que está ATPC) a pasar un rato. Por mí no hay inconveniente, ya que mientras no sea para destrozarlo todo en una orgía de sexo y violencia (bueno, lo del sexo vale), las puertas de mi casa están abiertas de par en par.
Al cabo de unas dos horas y media, llegan mis colegas... mi casa está lejos, pero no tanto! resulta que es tradición pasarse y hacer 250 kilómetros más de los necesarios (recordemos que el Ibiza de mi colega tiene muchos caballos). Me dan un toque al móvil para evitar despertar a nadie con el timbre y les abro la puerta.
Vamos a la cocina y nos preparamos unos cubatillas... la botella de whisky que sobró de la última LAN Party viene de perlas; el whisky con Coca-Cola Light al Limón (lo que había a mano) resulta ser un gran invento!
ADVERTENCIA: A partir de este momento, la historia puede herir la sensibilidad del lector.
Nos vamos al patio a tomar el fresco mientras nos tomamos los cubatillas. Nos dispusimos lo más horizontalmente posible en una hamaca, una tumbona y el balancín respectivamente (es decir, no unos encima de otros). El tema de conversación que salió fue un video que se descargó uno de nosotros (no diré el nombre), en el que aparecía un señor de raza negra con sus testículos introducidos por el ano de una señorita rubia. Estuvimos discutiendo un rato sobre la plausibilidad de tal suceso, ya que caso de que fuese posible, seguramente la extracción sería muy dolorosa...
Sobre las tres de la mañana, mi hermano va a la cocina y nos oye hablando en el porche, así que sale y se une a la conversación que tenía lugar en esos momentos. Como había podido ver que estábamos hablando de cerdadas, se anima y nos cuenta los mejores momentos del programa de radio que tenía Lorena Berdún hace algunos años en los 40 principales... Como aquella historia de un chaval que en nochevieja le dio por acostarse con una amiga de su hermana y con su hermana y según él, "por suerte sólo se ha quedado embarazada mi hermana"; o la de aquel que se hizo la circuncisión en su casa con un cutter.
Ya puestos en el tema de las anécdotas, sale la de un colega que llegó tan borracho a su casa, que nada más llegar se tiró en la cama y comezó a masturbarse, pero se quedó dormido con el aparato en la mano. A la mañana siguiente, cuando su madre le despertó, su sorpresa fue mayúscula.
En ese momento, mi hermano nos pregunta si nos hemos percatado de que la ventana del dormitorio de mi madre, situada a escasos metros, está abierta de par en par (cosas del calor). Evidentemente, no nos habíamos percatado. Silencio intenso. Recogemos la botella de whisky y nos vamos al salón...
Son cerca de las cinco de la madrugada. Ponemos un rato la televisión y a esas horas no hay más que programas educativos en todas las cadenas. Hablamos un rato sobre las miserias que vemos a diario, las puñaladas que a veces nos pegan los amigos, sobre cómo hemos bebido del mismo vaso que alguno que ha metido la lengua en sitios que no ven la luz y consideramos que ya ha sido suficiente por esa noche.
Son las seis, mis amigos cogen el buga y se van, posiblemente pongan la música de "El Coche Fantástico" a toda caña cuando se alejen. Yo me voy a dormir. A la mañana siguiente tendré que averiguar hasta dónde pudo escuchar mi madre...