Hay unas cuantas cosas que llevo queriendo comentar con ocasión del desastre financiero que se supone que tenemos encima, así que ahora que llevo el blog parado desde hace algunas semanas voy a aprovechar.
La primera es en relación a la actitud de los políticos. La balanza económica es principalmente un acto de fe. Realmente la mayor parte de tu dinero no existe, pero como tienes confianza en que está ahí, pues te quedas tranquilo. Por lo tanto, lo que no se debe hacer es crear un clima de inseguridad en la población, o todo se desmorona. Esto me lleva a pensar que en PP hay algún interés en acentuar la crisis, bueno, ya sé que lo hay, es su forma de hacer oposición: sabotear al estado (no al gobierno, sino a todos), para erigirse como salvadores en las siguientes elecciones y llevarse las migajas de lo que quede, tal es su ansia de poder. Yo todavía sigo esperando que nos enseñen esa varita mágica que agitarán para que la crisis desaparezca al instante.
La segunda reflexión es en torno al mercado de valores. La bolsa tiene unos mecanismos muy curiosos, estrechamente relacionados con la teoría de juegos. En el fondo, se parece bastante a un duelo entre varios pistoleros, como en el final de El Bueno, el Feo y el Malo... todos están esperando a que uno haga el primer movimiento y entonces se arma la de FSM. Me explicaré con algo más de claridad: los grandes agentes bursátiles controlan tanto dinero que sus propias actividades influyen en el mecanismo de forma artificial; es decir, que si eres el Puto Amo de la Bolsa (tm) y te pones a comprar alcachofas, de forma automática las alcachofas subirán, por el gran volumen propio y la suma del efecto llamada. Lo mismo si vendes, desplomarás el activo en cuestión. ¿Qué beneficio se le puede sacar a esto? Pues como eres tú el que marca la tendencia, sólo tienes que estar comprando y vendiendo, que los demás te seguirán después, son ellos los que se comen las pérdidas entre el desfase de compra barata y venta cara.
La tercera reflexión es sobre la banca y las aseguradoras. En estos momentos estamos viendo que ni los bancos tienen dinero y las aeguradoras no aseguran una mierda, que al final es el Papá Estado el que tiene que venir al rescate, con el dinero de todos (mientras que los beneficios fueron sólo para unos pocos). Haciendo algo e memoria sobre las teorías del libre mercado, uno siempre escucha que la empresa privada es más eficiente que la pública... pero ¿cuál es el producto de los bancos y las aseguradoras? El dinero. No fabrican una mierda, sólo inflación, no son empresas en el sentido clásico del término (entrada de materiales, procesamiento y salida de producto final, porque la materia prima y el producto final son el mismo). Así que ¿cuál es el motivo por el cuál deben ser privadas? Porque si al final los que respondemos por ellos somos todos los ciudadanos, deberían ser cooperativas públicas (todos nos beneficiamos por igual) desde un primer término.
La cuarta reflexión es sobre cómo se forman las burbujas. Básicamente es porque compramos cosas (cualquier cosa, no sólo casas) sabiendo que estamos pagando más de lo que realmente valen con la confianza en que habrá alguien más gilipollas que nosotros que vendrá luego a pagarnos más todavía. Eso funciona hasta que se acaban los gilipollas. Ahí también tienen la culpa los bancos, que deberían ser el pepito grillo que te dijese "oye mira, no te puedo dar un crédito de 1 millón de euros para ese piso de 30 metros cuadrados en Aldeacipote de Abajo porque es una locura", en lugar de animar a la gente a endeudarse hasta las cejas con tal de llevarse ellos mayores comisiones. Me recuerda en cierto modo al relato de R. L. Stevenson del genio en la botella.
La quinta y última es sobre el sistema económico mundial en general... ¿a nadie le resulta demasiado parecido a un timo piramidal?
En estos momentos me alegro de no tener mucho dinero, porque hay que ver en los líos que te metes en cuanto juntas cuatro perras.
Y yo que creia que los gilipollas nunca se acababan...
ResponderEliminarsiempre se acaban cuando más los necesitas :-p
ResponderEliminarEn realidad, la crisis es culpa de los gilipollas que han dejado de comprar pisos a precio de tinta de cartucho HP (la marca, no el adjetivo) ;)
ResponderEliminarEl otro día discutía (amigablemente) con un chaval sobre la crisis y porqué llegaría a España. Según él eso no es posible porque aquí no te dan un crédito por 140% de tu vivienda, sino por el 80% (salvo excepciones, claro, en las que el banco se cubre muy bien las espaldas). Mi respuesta fue que con ese 80% en este país se gasta como si fuera el 140% y, naturalmente, la crisis va a llegar.
También estoy de acuerdo en que el PP está agitando el árbol para tirar las nueces, pero echo de menos una reflexión sobre el papel del gobierno, que debería ser algo mayor que decir "aquí no pasa nada".
Que rojillos sois... pero que razon tenéis...jeje
ResponderEliminarBuena reflexion... crack
Saludos.
Oscar.