sábado, octubre 11, 2025

De profesión: Activista

Llego un poco tarde a publicar sobre esto, y me jode porque los recientes acontecimientos confirman lo que tenía en borrador... Pero bueno, como aquí nunca nos ha caracterizado la inmediatez, vamos a hablar sobre los perfiles de los intrémidos marineros de la flotilla basurilla que hace unas semanas partió a "romper el bloqueo de Israel en Gaza".

El Perroflauta

El auténtico clásico de las manifas. Se encuentra tan cómodo tocando la flauta en el parque con su perro, como corriendo delante de la policia, a la que se refiere con cierta nostaglia como los grises.

Su principal motivación es que se lo pasa bien. Le gusta el subidón de adrenalina que da reventar el mobiliario urbano, una buena persecución, o pegarse con la policía.

En tierra se desenvuelven como pez en el agua, pero parece que en el agua se desenvuelven como pez en tierra.

El Pijiprogre

Son la generación que surgió de la combinación de padres currantes y de izquierdas que, en tiempos de bonanza económica, le dieron a sus hijos todo lo que ellos no tuvieron sin darse cuenta de que al mismo tiempo les privaban de lo más importante: carácter.

Han oído hablar de la lucha de clases, pero contra lo único que han tenido que luchar es contra la crisis existencial que produce no tener preocupaciones reales en la vida.

Buscan causas perdidas que defender para intentar rellenar el vacío que sienten por dentro, o por validación de su círculo social.

El Activista Profesional

Quizá el fenómeno más reciente, o al menos acentuado con la globalización y el auge de las redes sociales. Son auténticos mercenarios, que ofrecen sus servicios a la causa que mejor pague.

Mientras el perroflauta lo hace por diversión y el pijiprogre incluso pone de su bolsillo (o el de sus padres) por contribuir a las causas, el profesional se dedica al activismo y mágicamente crece su patrimonio.

Su pesadilla es que se alcance el objetivo por el que "lucha"1. Por eso les verás siempre haciendo ruido, pero de la manera más ineficaz y polarizante posible.



Todos aquellos a los que conocemos sobradamente porque aprovechan cualquier oportunidad para chupar cámara, son inequívocamente profesionales.

Greta Thunberg, Ada Colau, la "Barbie Gaza"... Todos sacan un beneficio personal del activismo, ya sea para tener influencia política, followers que monetizar en redes sociales, etc.

En cuanto a la flotilla en sí, parece probado que Hamás puso la pasta. No sé si a alguien le sorprendería que los cabecillas también estuvieran "incentivados" de algún modo.

Aquí he de hacer un inciso para matizar algo sobre mi artículo anterior sobre Charlie Kirk. Dije que no respetaba sus cambios de opinión ni su fundamentalismo religioso, pero es justo añadir a la lista que él también amasó una pequeña fortuna de unos 12 millones de dólares haciendo activismo.

En cualquier caso: sigue al dinero y encontrarás al culpable.



[1] Esto lo escribía antes de que se anunciase el acuerdo de paz, y parece que efectivamente, o hay reacciones negativas como las de Ada Colau, o silencio. ¿Deberían alegrarse, no?

domingo, septiembre 14, 2025

Charlie Kirk

En los últimos días no he podido dejar de pensar en el asesinato de Charlie Kirk.

Había muchas cosas que no aguantaba de él. Como que utilizase la religión para validar argumentos (esa falta de rigor hacía que no lo respetara intelectualmente), o que hiciese un giro de 180 grados sobre los Epstein Files después de haber estado pidiendo su publicación porque a Trump ya no le convenía hablar del tema (esa falta de coherencia hacía que no lo respetara moralmente).

Lo que sí me producía un enorme respeto era lo que hacía: ofrecerle un micrófono a cualquiera que quisiera debatir con él.

Por eso me horroriza que lo hayan asesinado de una manera tan cobarde. Si no estabas de acuerdo con él, sólo tenías que acercarte al estrado y defender tu punto de vista con palabras, lógica y razón.

Lo segundo que más me ha horrorizado es ver que conocidos míos han compartido mensajes en las redes sociales alegrándose de su muerte, recordándonos lo mala persona que era, o justificando que se lo tenía merecido por difundir odio. Eso me da que pensar que seguramente también se alegrarían de mi muerte, porque soy crítico con muchísimos temas que caen dentro de la ideología woke.

Esto es 100% real de mis contactos de Facebook e Instagram




Lo tercero que me ha horrorizado ha sido pensar en cuál sería mi propia reacción si le hubiesen pegado un tiro a alguien que desprecio enormemente. Creo que es posible que también me hubiese alegrado. He de reconocer que más de una vez me ha sacado una sonrisa cuando he visto en las noticias que a un "activista pro inmigración ilegal" le atracan y le pegan una paliza unos inmigrantes ilegales; o le han hecho un escrache a los mismos que decían que eso era "jarabe democrático".

Nos excusamos llamándolo karma, justicia poética... Pero en el fondo es pura mezquindad. Sólo en muy raras ocasiones, cuando algo me ha dejado completamente en shock y estoy en modo introspectivo, tengo la suficiente humildad como para reconocer que soy mezquino (e incluso avergonzarme de ello).

Y creo que eso es lo que más les jode a los "progresistas" de Charlie Kirk, que no era una persona mezquina. Si le ves debatir con la gente a la que supuestamente odiaba (homosexuales, transexuales, inmigrantes, gente de color, etc.), sólo ves respeto e incluso un genuino afecto por su parte.

Se esfuerzan en difamarlo y lo mejor que consiguen es sacar frases suyas de contexto, con cosas como "no sintáis lástima por Charlie Kirk, porque él decía que no le gustaba la empatía. Pero si te molestas en ver la cita entera resulta que decía que prefería el término "compasión", porque pensaba que nadie puede sentir lo que otra persona siente.


O Stephen King diciendo que Kirk defendía la lapidación de homosexuales...

Aunque él al menos se ha retractado públicamente:

Incluso un medio tan prestigioso como el New York Times se sumó a la difamación de Kirk y han tenido que retractarse:


En fin. El mundo está lleno de gilipollas, lo único que puedo hacer es intentar esforzarme por no ser uno más. Cuando se carguen a un activista de izquierdas, supongo que volveré por aquí a escribir algo similar. Si no lo hago, que alguien me recuerde que soy puto hipócrita de mierda, por favor.