Gestión de expectativas

Hay un término que se emplea bastante en las relaciones de las empresas con los clientes (sobre todo cuando se trata de vender motos) y es "gestión de expectativas". O sea, dar bien de vaselina por el culete para que luego cuando te la metan doblada digas "ah, qué gustito, era exactamente lo que yo necesitaba!".

Pero eso ya lo sabíamos todos. De lo que quería hablar es sobre cómo se aplica eso a la hora de ver cine.

Algunos cinéfalos o simplemente entendidillos (entre los cuales a veces yo mismo me incluyo) en seguida se tiran al río para decir que si tal o cual película era una mierda, sin atender a más criterio que el "me ha gustado / no me ha gustado" o si acaso los más detallistas pueden llegar a aludir a "la fotografía era una mierda / no desarrolla los personajes / no tenía argumento"; pero el caso es que esos no son los parámetros que hay que valorar para ver si una película es buena o no.

El quid de la cuestión es responder a la siguiente pregunta: "¿me han dado lo que me prometían?". El resto ya son puntos extra que pueden ir de regalo, pero lo importante es que una película es buena si cumple sus pretensiones.

Veamos algunos ejemplos:

• The Host:
• ¿Qué promete? una película de terror, con su buena dosis de gore.
  
• ¿Qué encontramos? una (mala) comedia con una ácida crítica social.
• Valoración de la crítica: una obra maestra.
  
• Mi valoración: una mierda.
• Ong Bak:
• ¿Qué promete? ensaladas de hostias sin fin.
• ¿Qué encontramos? las hostias se terminan, pero uno queda más que saciado.
• Valoración del colega cinéfilo: una chorrada.
  
• Mi valoración: excelente.
• Dead or Alive:
• ¿Qué promete? rejostios de los duros.
• ¿Qué encontramos? peleas de pibas en el barro.
• Valoración de mi vecino del pueblo (fan de Kasumi): una mierda.
• Mi valoración: no venía con intención de pajearme, pero oye, ya que me lo han puesto a huevo, no vamos a desaprovechar...
• Va a ser que nadie es perfecto:
• ¿Qué promete? típica comedia de situación.
• ¿Qué encontramos? pseudo-drama-reivindicativo-pro-discapacitados.
  
• Valoración de la crítica: el cine español es cojonudo.
• Mi valoración: la próxima española la va a ver tu puta madre.
  
• Amelie:
• ¿Qué promete? intimismo puro y duro.
• ¿Qué encontramos? intimismo puro y duro.
• Valoración del colega pragmático: dos horas y no ocurre nada.
  
• Mi valoración: cojonuda, si hasta lloré de la emoción.
• Banderas de Nuestros Padres (Héroes de Iwo-Jima):
• ¿Qué promete? una película bélica muy hardcore.
• ¿Qué encontramos? la historia de unos militronchos que se van de gira para sacar pasta.
• Valoración de la crítica: Clint Eastwood es un genio.
• Mi valoración: Clint Eastwood ya va necesitando pañales.
• Colega, ¿Dónde está mi coche?
• ¿Qué promete? descojonarse un rato.
• ¿Qué encontramos? humor psicotrópico y paridas.
• Valoración de mi madre: es una película absurda.
• Mi valoración: Tiiíoo. Mooooola.
  

Si uno va con esta mentalidad al cine, incluso puede pillarle el punto a Uwe Boll o a Paul W. S. Anderson (esperas mierda y te dan tanta mierda que podrías estar cagando semanas y semanas sin comer nada más) y puede disfrutar de películas que, sin llegar a ser obras maestras de esas que ocuparán un lugar en la historia del cine, hacen bien lo que se proponían (hacernos reir, llorar, pasar miedo, etc.).

Así que ese es mi consejo de hoy: valora cada cosa dentro de su contexto y usa la escala adecuada en cada situación.