miércoles, septiembre 13, 2006

La odisea del ADSL

Parece que por fin está la cosa de mi ADSL normalizada, así que el ritmo de publicación irá mejorando poco a poco.

Ya que estoy aquí, voy a contar de forma resumida lo que pasó, para que ningún incauto caiga en los mismos errores.


Yo era un feliz usuario de ADSL de 1mbps de wanadoo (aunque los cabrones me lo cobraban como si fuese de máxima velocidad, pero aquí no llegaba más ancho de banda).

Un buen día, recibimos una llamada de un operador de Jazztel:
- Dese de alta con nosotros, que es más barato.
- No, gracias.

Volvieron a llamar:
- Dese de alta con nosotros, que es más rápido.
- No, gracias.

Volvieron a llamar:
- Dese de alta con nosotros, que no tiene que pagar el alquiler de la línea a telefónica.
- No, gracias.

Volvieron a llamar:
- Dese de alta con nosotros, que nos encargamos de todo.
- No, gracias.

y llamaron, llamaron, llamaron y mi casa derribaron. Ni el santo Job tuvo tanta paciencia como la tuvimos nosotros, pero al final no sé si porque nos acabaron convenciendo o porque estábamos hasta los cojones y queríamos que nos dejasen en paz, aceptamos a contratar el ADSL con Jazztel.

Dijeron que nos mandarían a alguien para firmar el contrato (mira qué profesionales, que no te dan de alta por sorpresa y a traición por teléfono como hicieron simultáneamente Telefónica y Terra hace tiempo con la tarifa plana de RTB, pensamos).

Llegó la persona con el contrato, todo con la imagen corporativa de Jazztel, lo firmamos y se piró.
Esto creo que fue en Octubre de 2005 más o menos.

Pasó el tiempo y lo que pasó fue que no pasó nada. Llamamos a Jazztel, para ver cómo iba el proceso de alta y nos dijeron que no tenían constancia de ningún alta nuestra. Les dijimos que habíamos acordado por teléfono que iba a venir un agente suyo, que vino, firmamos el contrato, nos quedamos con una copia y él se llevó el original. La respuesta, realmente acojonante: Jazztel sólo realiza las altas por teléfono... entonces ¿quién cojones ha estado en mi casa?

Estuvimos un poco mosqueados durante algún tiempo, por si se trataba de algún tipo de estafa, pero al final pensamos que simplemente eran tan gilipollas que tenían varios departamentos que ni se aclaraban entre ellos y nos olvidamos del asunto.

Después de aquello, los operadores de Jazztel volvieron a la carga, muy zalameros ellos, con sus promesas de un mundo de velocidad y buenos precios. Una y otra vez. Al final, como el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, volvimos a intentar darnos de alta (pero esta vez, en lugar de hacerlo cuando nos llamaron ellos, tomamos la precaución de llamar nosotros, para estar seguros de con quién estábamos hablando).

Muy legales ellos, nos advirtieron que por el momento no tendríamos los famosos 20 mbps, porque en nuestra zona sólo había calidad de conexión suficiente como para ofrecernos 6 mbps. Bienvenidos sean, pensé yo, y nos lanzamos a la piscina.

El router que nos mandaron de regalo llegó bastante rápido, a la semana o así, así que pensamos "coño, qué eficientes y qué rápidos, dentro de poco ya estamos navegando a 6 mbps". Al cabo de unos días, tenemos un corte en la línea telefónica; "será por unas horas, mientras hacen el cambio de operadora", pensamos.

Al día siguiente, seguíamos sin poder hablar por teléfono. Y al siguiente también. Y al otro. Llamamos a Jazztel usando el móvil para contarles lo que pasa.

Los muy cachondos van y nos dicen que la voz no es asunto suyo, que es un problema de nuestra línea que tenemos que solucionar con Telefónica. Llamamos a Telefónica, donde nos comunican que efectivamente, hay una incompatibilidad con el operador de ADSL, que ellos pueden desactivar la conexión para que podamos hablar por teléfono mientras tanto; cosa que les pedimos que hicieran.

Esto es en el mes de Marzo, nos hemos quedado sin la conexión de Wanadoo y los de Jazztel no nos dan el servicio.

A partir de aquí, hay un paripé que cada vez es más absurdo, pasándose la bola los unos a los otros. Tras un breve desfile de técnicos que son incapaces de hacer nada, decidimos que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, así que procedemos a darnos de baja de Jazztel y volver a darnos de alta con Wanadoo.

Los de Jazztel se fuman todos los faxes que les mandamos para darnos de baja, hasta que les llamo realmente enfadado y les exijo que me tramiten la baja por teléfono de inmediato, que la ley establece que el procedimiento para darse de baja de un servicio no puede ser más complejo que el de alta, así que si no lo hacen tendré que denunciarles. Parece que surte efecto y tramitan la baja.

Mientras tanto, los de Wanadoo nos informan de que ellos no han recibido la notificación del cambio de operador (que se suponía que lo tramitaban los de Jazztel). Les contamos la película y les decimos que queremos volver a tener el servicio de antes. Nos dicen que para eso, tenemos que darnos de baja y volver a darnos de alta.

Parece que en el departamento de bajas, si les dices que es para volver a darte de alta a continuación, te hacen un poco más de caso y los de Wanadoo la cursaron más rápido que los de Jazztel, que se tiraron hasta Junio sin hacer nada (y encima mandándonos las facturas, que desde luego no pensábamos pagar, lo cuál trajo las típicas amenazas de incluirnos en los registros de morosos esos...)

Lo cachondo es cuando en Julio nos llaman los de Wanadoo para decirnos que no nos pueden dar el servicio de ADSL porque nuestra línea no es compatible. ¡Ay tus huevos! ¿Y qué se suponía que tenía yo antes? ¿Telepatía?

Total, que ya en Agosto mi madre llama a Telefónica, se arma de paciencia (es una santa) y le explica por enésima vez a la que por lo visto es la única operadora telefónica del planeta que no es incompetente el problema. Por suerte, por primera vez en mucho tiempo, en lugar de mirar en la puta pantallita y repetir como un puto loro "no se puede, su línea no es compatible" (como ya habían hecho un par de veces antes), tramita una incidencia con el departamento de servicio técnico, para que revisen el historial de la línea.

Efectivamente, la supuesta incompatibilidad se soluciona (yo creo que era todavía el bypass que debieron hacerle al ADSL de los gilipllas de Jazztel para que pudiésemos hablar) y podemos contratar el ADSL, que muy agradecidamente decidimos contratar con Telefónica.

Puedo comprobar con el viejo router que ya hay sincronía en el enlace (que había estado muerto todo este tiempo), aunque no se puede establecer la conexión. Como no tengo ni idea de cuáles son los parámetros de la nueva conexión, espero a que nos manden el paquete con el nuevo router y las instrucciones de configuración.

Por fin llega, lo enchufo y, ¡oh, milagro, funciona!

Parecía que la vida me volvía a sonreir tras tantos meses de sequía en el mar de la información, cuando al cabo de unas cuantas horas, el Figura me pasa un enlace a pornotube para que me maraville con las cosas que han inventado en mi ausencia.

No puedo dejar de salir de mi asombro cuando me encuentro con una página de un servicio de Telefónica llamado CanguroNet diciéndome que lo que quiero ver es porno y que no me toque o que me quedaré ciego.

"¿Qué cojones es esta mierda?" pienso yo. Busco un poco y efectivamente, tengo activado a nivel del ISP un puto filtro anti-contenidos subversivos que no he solicitado y que intuyo que encima querrán cobrarme.

Volver a tener ADSL pero no poder bajarme porno era algo para lo que no estaba preparado. Desesperado, intento entrar en un par de páginas más; yonkis y petardas. También censuradas.

Ya me veía llamando a Telefónica y diciendo lo siguiente:
- Hola buenas, verá, es que soy un pervertido que quiere ver porno en su ordenador, pero por una puta mierda de filtro que me han instalado no soy capaz.

De hecho, hay bastante gente que intuyo que no lo quita sólo por no tener que decir eso por teléfono. Por suerte, encontré el formulario de baja del servicio, lo rellené (que por cierto, cualquier chaval podría hacerlo para quitar el dichoso filtro que los ingénuos de sus padres pusieron, o también usar un proxy anónimo) y a los dos días ya podía pajearme agusto de nuevo con mi querida pornografía recién bajadita de Internet.

Por desgracia, aún no me he podido masturbar porque después de tanto tiempo ya he perdido la práctica. Estoy por demandar a Jazztel, Wanadoo y Telefónica por daños y perjuicios a mi persona debido al aumento de presión testicular que he venido notando en estos últimos meses.

5 comentarios:

  1. Lo que es muy triste es que se pongan a intentar captar clientes sin antes saber si les pueden dar el servicio o no...

    por cierto, una cosa que se me olvidó añadir, es que incluso cuando nos dimos de alta en Jazztel nos seguían llamando los comerciales para ofrecernos el servicio :-|

    y cuando luego nos dimos de baja, también seguían llamándonos! (pero del orden de una o dos veces por semana) al final, con mis mejores modales les dije que nos tachasen de una puta vez de la lista ya, que no queríamos saber nada más de Jazztel.

    ResponderEliminar
  2. Lo del ketchup me suena a cierto chiste... por cierto que lo de Wanadoo me suena eso de cobrar un servicio de 4mbps dando sólo 1mbps...

    Luego la gente se sorprende de que siga con mis 56k de Telefónica, pero es que viendo que el resto de operadoras son un puto desastre aún mayor..........

    ResponderEliminar
  3. aquí la máxima es:
    más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer xD

    ResponderEliminar
  4. Pues nada Fortran, que disfrutes de tu conexión (nunca mejor dicho)

    ResponderEliminar
  5. bueno, ya poco a poco vuelvo a recuperar las ganas de vivir... xD

    ResponderEliminar