domingo, agosto 10, 2008

Cómo ser borde en 3 lecciones

Creo que últimamente me estoy volviendo demasiado borde... es cierto que es desagradable para las personas que te rodean, pero hay veces que la situación lo requiere y puede ser bastante satisfactorio si lo haces con cierta gracia.

Así que aquí os dejo tres ejemplos que a lo mejor os sirven de utilidad si os veis en situaciones parecidas.

La devolución

El año pasado había comprado un decodificador de TDT en un centro de oportunidades de El Corte Inglés. El cacharro era una porquería y la verdad es que se veía mejor el analógico que el digital, así que volvimos a conectar la antena de toda la vida y dejamos el cacharro apagado, esperando al apagón analógico, cuando no hubiera más remedio que usarlo.

Un día me dio por volver a probarlo y ni siquiera se encendía. Con calma, busqué el embalaje y el recibo y el cacharro estuvo esperando todavía unas cuantas semanas más a que encontrase un momento para llevarlo a devolver.

Cuando tuve un rato, me acerqué al mismo sitio donde lo habíamos comprado, esperé la cola de clientes (las devoluciones se hacían en la misma caja que las compras, vaya cutrerío) y cuando me tocó el turno, le comenté a la cajera que el decodificador no se encendía y le di el recibo. Le dije que me daba igual que me lo cambiasen, que lo enviasen a reparar o que me devolviesen el dinero, lo que les fuese más cómodo a ellos.

Supongo que en ese momento la tía debió pensar que era gilipollas, porque me dijo que la garantía era de 6 meses y que no podían hacer nada. Le respondí que no me tomase el pelo, que los aparatos eléctricos tienen todos por ley 2 años de garantía. Ella me dijo que en los centros de ECI normales sí, pero que eso era el centro de oportunidades y que la ropa tenía nosecuantos días y los electrodomésticos 6 meses. Ahí le dije que me parecía muy bien lo que dijese la empresa, pero que la ley estaba por encima de las políticas internas y que me lo tenían que cambiar o arreglar.

Después de un rato repitiéndome que era un centro de oportunidades, etc. ya me harté y le dije "Mira, ya te he oido la primera vez, la segunda y la tercera, pero es que me da igual, la ley me ampara. Quiero hablar con el encargado". Va y me dice que ella ya le ha preguntado antes y que me dijo que no se podía devolver y que ahora estaba ocupado. "Espero". Al final la tía vuelve a hablar con el encargado y me dice que me hará una tarjeta abono con el importe de la compra. Le digo que me vale.

La tocahuevos del ADSL

Llaman por teléfono y me despiertan de la siesta; me empiezan a contar milongas sobre la velocidad de acceso de mi zona... le digo "la verdad es que estamos contentos con telefónica", y la tía me pregunta, como si me conociese de toda la vida que por qué estábamos contentos. Mi respuesta no pudo ser más tajante "Pues porque, por ejemplo, no nos tocan las narices. Adios." y colgué.

Llevan un par de semanas sin tocarnos más los cojones para que nos cambiemos de proveedor de internet.

El gracioso sin gracia

Estaba yo en mi coche, probando mi nuevo objetivo Tokina 60-300mm, siguiendo con el foco a mi novia que se alejaba, cuando un viejo se me acerca y me dice que si estoy siguiendo a alguien. Le digo "le estoy intentando hacer una foto a mi novia que está por allí ¿le importa mucho?", mientras mascaba chicle con cierto aire chulesco, no lo negaré. Creo que incluso le di demasiada información, pero el caso es que el tío se jiñó bastante y se intentó disculpar, diciendo que no era su intención meterse conmigo... le dije que no era eso lo que se había percibido desde aquí, pero que si no le había interpretado correctamente que me disculpase. El tío me volvió a pedir perdón y se marchó.

La verdad es que con el tema de estar con una cámara de fotos y que te venga alguien a decir algo estoy bastante susceptible, sobre todo si estoy en la calle y dentro de mi coche.



En resumen, que todos sabemos que está feo contestar de forma cortante a la gente, pero si vas como un corderito te pisotean. Creo que la mejor regla es ir siempre de buenas de primeras, pero luego devolver el doble de lo que te dan, si es bueno, no escatimes en cortesía, halagos y educación, si es malo, pues ya sabes también lo que toca.

En otro post contaré cómo ser todo un gentleman en vacaciones y hacer del mundo un lugar un poquito mejor.

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