Había preparado un post bastante exaltado sobre la madre que parió a los políticos, pero creo que mientras me sereno y elimino los insultos más fuertes voy a escribir algo sobre el efecto mesiánico, que es algo que me hace mucha gracia.
El motivo que me impulsa a escribir sobre ésto es la reciente cantada que dio un notas en su weblog, anunciando (por boca de su hermana) que había muerto para luego seguir publicando tan pancho. Realmente yo no visitaba ese weblog, pero mi colega El Figura era bastante asíduo, así que me informó del penoso suceso. Unas semanas después de la aparición del funesto post, el figura me pidió que le echase un ojo (ya que tenía el ordena jodido) para ver si había noticias nuevas. Efectivamente, el tío no la había palmado.
Lo más interesante fueron los comentarios al post del recién resucitado. Había algunos que estaban indignados, incluso yo dejé un mensaje a petición del figura en el que decía más o menos que quien estuviese dolido que se jodiese por tener tan mal gusto, que el weblog era una mierda. Pues bien, aquí es donde entra en acción el efecto mesiánico...
A la gente le jode que les demuestren y les rebocen por la cara que están equivocados y que han hecho el ridículo; así que una de las reacciones más típicas ante la aplastante evidencia de la cruda realidad es reafirmarse con más fervor aún en lo que se estaba equivocado. Así que la reacción no se hizo esperar. Me pasé otra vez por los comentarios, a ver qué había, y la gente ya estaba a la defensiva, diciendo que si a la gente (yo) no le gustaba el blog, no entendían por qué lo visitaban (pues porque me lo habían recomendado, cazurro) y elevando al cafre-blogger a la altura de genio incomprendido.
Ahora podréis pensar que esto me lo estoy inventando o que es simple casualidad. Pues no, hay muchos más casos de tal efecto. Uno bastante actual y muy entretenido fue el que pudimos observar hace algo más de un año en un programa de investigación de esos que van con la cámara oculta a desmentir a farsantes... el caso en concreto era el de "La Virgen de la Bola de Luz". Se trataba de un montaje en el que la estafadora salía con una túnica y una lámpara halógena moviéndola desde una más que prudente distancia de los fieles (que no llevaban prismáticos los muy palurdos) que entraban en un éxtasis religioso adorando a la "madre del cielo". Cuando los reporteros desvelaron el pastel, la gente se reafirmó en su fe, arremetiendo contra los profanadores ateos de los periodistas que ahuyentaron a la Virgen.
Otro ejemplo algo más trascendente en la historia lo tenemos en la muerte y resurrección de Jesucristo (de hecho de ahí viene el nombre de mesiánico). Si nos alejamos un poco del texto de los evangelios (de los cuales sólo se conservan los cuatro más favorables a la doctrina católica y han sido sometidos a numerosas manipulaciones a lo largo de la historia) y nos vamos las versiones de los historiadores romanos, el tal Jesús de Nazaret era un caudillo militar, que estaba montando un pifostio increible proclamando la llegada del reino de Dios en la tierra en ese momento. Hay datos que corroboran ésto, como que enviasen una cohorte completa a prenderle (no se mandan 500 hombres a prender a 13 personas desarmadas), pero no es el tema que nos ocupa. Lo interesante es que después de que todo el mundo se quedase con tres palmos de narices al ver a su libertador crucificado y humillado nació todo el chiringuito que hoy conocemos como cristianismo.
Huyendo un poco del fenómeno religioso, que está muy trillado en estos asuntos, podemos recordar lo que pasó en las jornadas posteriores al 11-M, cómo la cúpula del PP cerraba filas entorno a la "hipótesis" de la autoría de E.T.A.
Podríamos estar mucho tiempo citando ejemplos, pero yo creo que el más asombroso es el Frente Atlético xD
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