miércoles, agosto 11, 2004

Papá: me he quedado estéril y sin saldo

Cada vez tengo más claro que estamos condenados a la extinción. No sé si será porque los niños de ahora se van a quedar todos estériles por los teléfonos móviles al lado del paquete o por lo tontos que son.

El caso es que no acabo de comprender muy bien qué necesidad de un teléfono móvil puede tener un niño de diez años. Mucho menos entiendo en qué piensan los padres cuando se lo compran.

Creo que ya no se puede hablar de "las nuevas generaciones", sino de "las nuevas degeneraciones". Parece como si cada vez los chavales saliesen más tontos. Quizá la culpa la tengan las reformas del sistema educativo, que parece que cada vez van a peor. Yo me resistía a creérmelo cuando mi padre me decía que el plan de estudios que él tuvo era mejor que el que tuve yo, pero visto lo visto...

Es posible que el fallo esté en la fobia que se tiene a memorizar las cosas. Cierto es que aprenderse de memoria la lista de los reyes godos parece excesivo. Pero la memoria hay que ejercitarla, que es una parte importante de lo que llamamos inteligencia.
-Oye tío, ¡me he aprendido la guía telefónica enterita!
-¿¿De memoria??
-¡No! ¡razonándola!, no te jode
Acabo de tener un flashback de mi infancia. Recuerdo que todos mis compañeritos de clase tenían más o menos las mismas aspiraciones en la vida (sobre los diez añitos, más o menos):
  • Niños: bomberos, policías y algunos futbolistas. Yo para dar la nota quería ser astronauta o arqueroloco (la culpa la tenía Indiana Jones, que molaba mucho... luego me enteré de que ser arquélogo era un poco más aburrido).
  • Niñas: veterinarias y enfermeras. No recuerdo más variedad, en aquella época los niños íbamos por un lado y las niñas por otro. Sólo nos juntábamos para jugar a las tonterías de darnos inocentes ósculos inspirados por alguna estúpida canción mientras estábamos en corrillo.
¿Y qué es lo que quieren ser los niños y las niñas de ahora cuando sean mayores? Pues básicamente quieren ganar en Operación Triunfo y/o jugar en el Real Madrid.

De todos modos, nuestra generación no lo tuvo fácil para salir adelante. La televisión no era tan degradante como ahora, pero sí que estaba en una fase muy experimental en lo que a programación infantil se refiere. Había cosas como "El planeta imaginario", también una serie de marionetas en las que los buenos convertían a los malos en frutas (había un tal Gayofo que siempre acababa transformado en pera limonera) y por no hablar de "La Bola de Cristal", que dirán lo que quieran, pero no estaba pensado para los niños. "V" fue otra serie de esas que marcan una generación.

Por suerte, luego llegaron "El Coche Fantástico" y "El Equipo A", que son series de las que dan estabilidad a un país, como diría mi estimado compañero de prácticas. Da igual lo que le pase al mundo... mientras tengas "El Equipo A" a su hora, todo marcha bien. McGyver tambié fue uno de los grandes, pero no ha disfrutado de tantas reposiciones, supongo que porque estimulaba a los chavales a experimentar con el QuimiCEFA. Eso sí, donde esté el Anarchist Cookbook que se quiten las recetas de McGyver. Sin duda el gran perdedor fue "El Halcón Callejero"; habiendo coches que hablan a nadie le interesa una moto.

Pues nada, voy cerrando el garito, que ya he puesto a caldo a una parte considerable de la sociedad. En fin, que el futuro está en los niños... pero en los de los chinos, rumanos, moros, sudamericanos... (esto creo que lo he sacado de la página de viruete :-o)

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