Rotonding, Rueding y Aquaplaning

Hoy vamos a hablar sobre peripecias al volante. Quizá debería de hablar de peripecias en el asiento del copiloto, porque yo no conduzco, pero tengo buenas referencias.

Básicamente hay 3 tipos de situaciones interesantes en un coche:

• El conductor del coche en el que vas hace una pirula
• Alguien hace una pirula en el área de influencia del coche en el que vas
• Estás refocilándote con una chavala

Del tercer tipo de situaciones no vamos a tratar aquí, que somos gente decente y es más propio de una tertulia nocturna en mi porche (no porsche, qué más quisiera yo).

Vamos al turrón. Empezaré por la primera pirula registrada de la que tuve constancia.

Aquaplaning

La primera vez que oí hablar del Aquaplaning fue estando en la piscina del batería del grupo de unos colegas, donde también estaban el bajista y el guitarrista (que pertenece al grupo de amigos del instituto).

Estaban decidiendo qué nombre le iban a poner al grupo... por desgracia yo estaba debajo del agua a ver si veía alguna moza interesante y me perdí parte del diálogo, pero la historia que se contó fue más o menos así (muchas gracias a Fernando por su inestimable aportación narrativa):

Había salido por la glorieta de Bilbao y estaba con unos colegas. Como el plan se había acabado pronto (a las 3:00), se propuso volver a casa. Uno de los colegas comentó que su primo, que en ese momento venía de Granada, nos podía llevar en coche... todos esperábamos ansiosos la llegada del coche que nos acercaría a casa, pero cuando éste llegó... resultaba que el primo del colega tenía un "Audi 90 total tunning". Ni Michael Knight. Con un cojín del Eskorpias color amarillo fluorescente con el logo en negro, luces de neón en la guantera y bajo los faldones, lunas tintadas a base de pegatina negra... salvaje. Tan salvaje que los pasajeros lo primero que hicimos fue decir que no, que ya íbamos en metro, pero como no había metro, lo segundo que hicimos fue comprobar el estado y localización de los cinturones de seguridad (por si acaso).

Madrugada de una calurosa noche de Agosto. Va el buga maxi-tuning por la calle de Alcalá. El asfalto está humedecido por los camiones esos que echan agua y mueven la mierda de sitio, para otros conocidos como (RAVO´s). El conductor exclama ¡¡¡Aquaplaning, aquaplaning!!! y acto seguido tira del freno de mano al tiempo que gira todo el volante. El coche patina sobre el suelo mojado y hace varios trompos. Los acompañantes del maskachapas miraban por el espejo retrovisor la cara de acojone del indivíduo, al tiempo que se agarraban a sus asientos y cinturones de seguridad. Sobrecogedor. Cuando la pirueta termina, el MasKachapas nos observa y dice -trooooooooonco que hacís... que el coche es de tracción trasera y es por eso por lo que ha patinado... anda - y cogiendo el cojín de escorpia, lo tira al asiento trasero diciendo:
-Anda, toma ésto y ya verás como os quedáis más tranquilos...

Tras eso, los miembros del grupo decidieron por mayoría absoluta llamarse Aquaplaning. Yo me enteré cuando salí a respirar.

Rueding

Rueding es el tipo de pirula registrada menos peligrosa. Es lo que algunos conocen como "hacer ruedas". Consiste en imprimir más fuerza a las ruedas que la máxima que puede ofrecer el rozamiento del caucho contra el asfalto (había algo de unos coeficientes de rozamiento, mu, estáticos y dinámicos, pero como hace 3 años que no estudio física no voy a entrar en detalles), por lo que las ruedas comienzan a girar sin que el coche apenas se desplace.

Una situación típica es cuando el semáforo se pone en verde y quieres demostrar que eres el más duro del barrio. Sin embargo, voy a contaros una situación algo más atípica, más útil y sobre todo más acojonante...

Una noche en la que ganó el grupo de adictos a las discotecas fuimos a Pachá, con tan mala fortuna que el coche se aparcó a tomar por culo (yo ni siquiera estaba cuando aparcaron, me quedé esperándolos en la puerta de la discoteca con unas amigas). Los sucesos de aquella noche no tienen la mayor importancia para este relato, sin embargo basta con remarcar que mis colegas no se acordaban de dónde estaba el parking donde habían dejado el coche, y para cuando lo encontramos estábamos bastante quemados.

Así que ahí nos hallábamos, a las 6 de la mañana, por una calle abarrotada de niñatos caminando por el centro a paso de zombie. El conductor no aguantó más: paró el coche, les dio a los niñatos-zombie unos veinte metros de ventaja y pisó el acelerador hasta el fondo.

El efecto fue inmediato. Los niñatos-zombie giraron sus cabezas acojonados por el ruido del motor y de las ruedas chirriando contra el asfalto y saltaron a las aceras mientras observaban atónitos el Ibiza del apocalípsis conducido por un demonio con los ojos inyectados en sangre y un copiloto que se estaba descojonando mientras intentaba que la lata de coca-cola que sostenía no se le cayese de la risa.

Macho, menos mal que el límite es de velocidad, porque como fuese de aceleración...

Sin embargo, hacer ruedas es una práctica poco aconsejable, por la pasta que valen los neumáticos, así que sólo hay que recurrir a ella en situaciones de alta tensión.

Un ejemplo significativo de una situación en la que no hay que hacer ruedas es la siguiente:
Nochevieja 2003/2004. Los colegas que normalmente vienen de tertulia nocturna se han negado a seguir el plan borreguil de ir a una macrofiesta y se acercan a mi casa, a ver qué se puede hacer por aquí... salimos en el coche y unos niños con una mobilete nos intentan adelantar. Al ver que es prácticamente imposible se ponen a gritar: "tío, haz rueda, haz rueda!!!". Nos descojonamos y pasamos olímpicamente de los chavales. El resto de la noche es otra historia y... bueno, estoy acumulando material para otro post.

Rotonding

Ésta es la práctica que posiblemente sea más peligrosa de las aquí comentadas, por lo que hay que recordar que cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.

El rotonding es una variedad del Aquaplaning que se desarrolla en las rotondas con fuente, por lo que no es necesario que pasen los RAVO's, sino más bien que corra un viento suficiente como para que haga que el agua del chorro caiga al asfalto.

Quien inventó el término y tiene el orgullo de ser el primero en practicar el Rotonding es cierto maníaco con un Seat Ibiza cuyo anonimato mantendré para preservar su seguridad personal. La primera vez que se hizo un rotonding fue tras salir de mi casa la noche del insomnio de verano (vaya, se jodió el anonimato), en la segunda glorieta, que tiene una fuente preciosa. Resulta que al final no pusieron "El Coche Fantástico", ni "El Equipo A"... iban escuchando Swallowed, de Bush y al llegar a la susodicha rotonda, el conductor cambió a Slipknot, puso la música a todo volumen y se puso a gritar Uuuuuuueeeeeeeeh!!! ROTONDING!!! ROTONDINGGGGG!!! y cogió la rotonda de lado. De lado quiere decir que el morro y el culo del coche se encontraban alineados con la perpendicular de la carretera.

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Pues eso es todo por hoy, queridos amigos. Tened mucho cuidado cuando vayáis al volante, ya que no sólo pueden peligrar vuestras vidas, sino la de cualquier infeliz que se cruce en vuestro camino sin culpa ninguna de lo majaras que podáis estar.

Cuando me apunte a la autoescuela volveremos al tema del automovilismo.